Estudiar con calor

5 formas de estudiar cuando hace mucho calor

31 de mayo de 2023 — Tiempo de lectura: 3 minutos

Empieza junio, el mes que da el pistoletazo al verano, el calor, y la subida de los termómetros dificultan actividades cotidianas como el estudio.

Si estás formándote con nt:FOR, preparando exámenes u opositando, tendrás que jugar con el calor en contra durante estos meses y por esta razón se interrumpe la actividad lectiva en la enseñanza reglada, porque las altas temperaturas son “enemigas” para el estudio.

Por encima de los 21 grados empieza a detectarse una disminución en el rendimiento y se acelera a partir de los 30. De hecho, algunos estudios han calculado que por cada 0’55 grados de más disminuye un 1% el rendimiento en el estudio.

¿Cómo influye en nuestro rendimiento?

El calor afecta negativamente al rendimiento, hace que estemos en una sensación de incomodidad constante y no nos concentremos, porque disminuye la capacidad de asimilar conceptos, hace más lenta la lectura, comprensión y memorización, provoca sensación de sueño y cansancio y nos hace más irritables.

Por tanto, no te presiones en exceso y trata de adaptarte. Asume que necesitarás un poco más de tiempo y esfuerzo y aprovecha al máximo los días en los que la temperatura sea más favorable para el estudio.

Si no te queda más remedio que “hincar los codos” en el verano, te daremos unos consejos para hacerlo más llevadero. Para comenzar, tendrás que estar vigilante porque podrías sufrir estrés térmico, un malestar que se produce en tu cuerpo por acumulación de calor. Si te empiezas a sentir mal, controla los síntomas y toma medidas si:

  • Te mareas o tienes la visión borrosa.
  • Tienes náuseas, dolor de cabeza y sudores fríos.

Te recomendamos que ceses con tu actividad, te hidrates y refresques. Si no mejoras, pide ayuda o atención médica. Para que esto no ocurra, sigue nuestros consejos para que estudiar en verano no sea misión imposible.

Adapta tu horario
Intenta cambiar el ‘chip’ y elige las horas para estudiar en las que haga menos calor, priorizando las primeras horas del día o las últimas de la tarde. Si encaja con tu ritmo de actividad y sueño, podrías incluso aprovechar parte de la noche para avanzar materia y seguir estudiando.

Busca un lugar fresco
Si estudias en casa, busca la estancia más fresca o que tenga mejor ventilación. Si tienes mascota, te será fácil identificarla porque será la elegida para descansar por ella. Otra opción es buscar un espacio que tenga aire acondicionado como por ejemplo una biblioteca o un espacio de coworking.

Ventila
Si no te queda más remedio que estudiar de día, baja las persianas en las horas de mayor radiación solar, abre las ventanas y ventila cuando baje la temperatura exterior. Si no dispones de aire acondicionado, un pequeño ventilador puede resultar sorprendentemente eficaz para ayudarte a mantener la concentración y no estudiar en un entorno con demasiado calor.

Hidrátate bien
Trata de tener agua fresca a tu disposición en todo momento y toma pequeños sorbos frecuentemente. Si no te acuerdas, existen cómodas aplicaciones para tu dispositivo móvil que te lo recuerdan, porque la falta de hidratación está directamente relacionada con problemas para concentrarse o incluso somnolencia.

Descansa más
Pon metas realistas y no intentes forzar la máquina. En verano, con el calor, se imponen ritmos distintos y tendrás que luchar contra el cansancio y la falta de concentración. Prueba a estudiar con pausas frecuentes y descansos, estira las piernas y si lo necesitas, date una ducha fresca que te renovará cuerpo y mente. Recalcula tu tiempo de descanso en función de tus necesidades, y aumenta también la calidad de estos.

Mucho ánimo y sigue formándote con nt:FOR, también en verano.

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