Estrés laboral

10 formas de aprender a gestionar el estrés laboral

3 de febrero de 2023 — Tiempo de lectura: 2 minutos

Es uno de los grandes problemas de las personas trabajadoras, y puede que tú lo hayas sufrido alguna vez. Hablamos del estrés laboral, que puede repercutir en tu salud mental y física pero también en la de tus compañeros/as y la empresa. Según los datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el impacto en el rendimiento de la compañía es tal que genera pérdidas entre el 0,3 y 0,5% del PIB, así que es fundamental ponerle freno.

Los datos negativos no dejan de aumentar, y según datos del Global Health Service Monitor 2022, de Ipsos, determina que entre el 11 y el 27% de los problemas de salud mental en España son por causa del trabajo y pueden derivar en ansiedad o depresión.

Los síntomas de que algo no va bien

El estrés se refleja en tu estado físico y puedes notar:

  • Cambios digestivos.
  • Aumento de la presión arterial porque con el estrés se genera más cortisol y adrenalina.
  • Dolor de cabeza, sobre todo por la tensión nerviosa.
  • Trastornos musculoesqueléticos, sobre todo dolores de espalda o lumbalgia, que son las enfermedades de origen laboral más frecuentes en Europa.
  • Cansancio crónico.

Además, los nervios y el estrés provocan alternaciones de tipo psicológico como:

  • Angustia y ansiedad.
  • Irritabilidad.
  • Depresión, si los estados anteriores se prolongan en el tiempo.

Para los que formamos parte de nt:FOR la salud mental en el trabajo es fundamental y clave para contar con un equipo fuerte, saludable y unido. Además, como compañía especializada en formación, contamos con diferentes cursos para “entrenar” la inteligencia emocional, las habilidades blandas que te puedan ayudar a adaptarte a situaciones de cambio o incluso técnicas de relajación y concentración.

Además de formarte y “entrenar” tu mente frente al estrés, existen numerosos recursos para ponerle freno en tu día a día. Aquí te damos nuestro decálogo:

  1. Identifica el motivo principal del estrés. Una buena forma es llevando un diario o tomar nota durante varias semanas de las situaciones que provocan más estrés. Es interesante anotar cómo se responde a ellas y evaluar si han contribuido a reducir el estrés de manera significativa.
  2. Duerme y descansa. Impón unas rutinas, sobre todo durante la semana, e intenta cumplirlas, acostándote pronto y levantándote sin prisas. Date el lujo de un buen desayuno, será la “gasolina” para que tu cerebro y tu cuerpo funcionen y rindan.
  3. Organízate. Cuando salgas para trabajar o en tus desplazamientos, aprovecha para hacer un croquis mental y organizar tu jornada.
  4. Prioriza.  Realiza las tareas más urgentes o las que necesiten más esfuerzo al comenzar la jornada laboral y deja para más tarde las más rutinarias o sencillas.
  5. Márcate objetivos. Ponerse metas imposibles es causa de ansiedad y lleva al fracaso, por lo que planifica estrategias realistas y asumibles.  
  6. Comunícate. Cuando las situaciones difíciles te sobrepasan, compartir con el entorno las preocupaciones es una excelente estrategia para reducir el estrés. Por ello, es fundamental mantener buenas relaciones con el equipo y compañeros de trabajo, además de contar con un apoyo en casa.
  7. Descansa. Tómate una pausa cada dos horas a ser posible. Si puedes salir al exterior y tomar un poco de luz natural, mucho mejor.
  8. Ordena tu espacio. El entorno en el que trabajamos influye en el rendimiento y si en tu mesa o espacio reina el caos, seguramente este estado se contagie a tu mente.
  9. Medita. Te recomendamos que explores las posibilidades que ofrece el mindfulness, que nos ayudará a asumir las situaciones desde una perspectiva de calma, aumentando tu capacidad de resiliencia.

Haz lo que te gusta. Y lo más importante, cuando acabes con tu jornada intenta desconectar. Apaga el móvil si puedes y realiza las actividades que más te gusten. Tómate un tiempo para ti y lo agradecerás.

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